Diario El Tiempo, 20 de agosto de 2006 ALFONSO LÓPEZ MICHELSEN. |
El relevo de cerebros tan valiosos se ha cumplido en forma extraordinaria, gracias a la producción literaria de autores como Hernán Urbina Joiro, de Valledupar, y Luis Villar Borda, de la Universidad Externado de Colombia, y varias producciones recientes de doña Flor Romero, quien se ha propuesto rescatar cuentos y leyendas de nuestro pasado, a tiempo con la biografía de las mujeres más notables de nuestra historia.
Merecen especial mención, en el mismo orden de ideas, el rescate de la biografía de la India Catalina, legendaria fundadora de Cartagena, y el paralelismo entre Donoso Cortés y Carl Schmitt. Son trabajos de investigación en los que nadie antes se había comprometido con tanto empeño.
En el caso de la India Catalina, por ejemplo, se tenía noción de su existencia por el monumento a su memoria en la ciudad de Cartagena, pero acerca de su tormentosa existencia, su condición de haber sido la primera secuestrada de nuestra historia en el siglo XVI y el haber desempeñado una función de intérprete semejante a la de La Malinche mexicana, han permitido, tras un minucioso estudio en Colombia y en España adelantado por el doctor Hernán Urbina, despertarnos un renovado interés por figuras tan anónimas ayer, como la heroína de Galerazamba.
En el momento por el que atraviesa Colombia, todos estos escritos, como los de sus antecesores en el manejo de la pluma, nos distraen de la dura realidad, transportándonos mentalmente al reinado de la imaginación y de la fantasía, tan grato como ameno. Coinciden cronológicamente en el mismo amargo escenario en que vivimos, dentro de un proceso tan estéril como ha sido el de "desempantanar" el Acuerdo Humanitario, congelado por los insucesos de los últimos meses.