Provocar disturbios, fracasar, volver a
provocar disturbios, fracasar de nuevo, y así
hasta la ruina: ésta es la lógica de los imperialistas
y de todos los reaccionarios del mundo frente
a la causa del pueblo, y nunca marcharán en
contra de esta lógica. Esta es una ley marxista.
Cuando decimos que el imperialismo es feroz,
queremos decir que su naturaleza nunca cambiará,
que los imperialistas nunca dejarán de
lado sus cuchillas de carnicero ni se convertirán
jamás en Budas, y así hasta su ruina.
Luchar, fracasar, volver a luchar, fracasar de
nuevo volver otra vez a luchar, y así hasta la
victoria: ésta es la lógica del pueblo, y él tampoco
marchará jamás en contra de ella. Esta es
otra ley marxista. La revolución del pueblo ruso
siguió esta ley, y la ha seguido también la revolución
del pueblo chino.