(ACI).- “Todavía no
hablan, y ya confiesan a Cristo. Todavía no pueden entablar batalla valiéndose
de sus propios miembros, y ya consiguen la palma de la victoria”, dijo una vez
San Quodvultdeus al exhortar a los fieles sobre los Santos Inocentes, los niños
que murieron por Cristo y cuya fiesta se celebra el 28 de diciembre.
De acuerdo al relato de San Mateo, el rey Herodes mandó a
matar en Belén y sus alrededores a los niños menores de dos años, al verse
burlado por los Reyes Magos, quienes regresaron a sus países por otra ruta para
no revelarle dónde estaba el Mesías.
En el siglo IV se instituyó esta fiesta para venerar a estos
niños que murieron como mártires. La tradición oriental los recuerda el 29 de
diciembre, mientras que la latina, el 28.