El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, despidió ayer a la principal abogada del gobierno federal, Sally Yates, por negarse a defender las nuevas restricciones contra inmigrantes dirigidas a siete países de población mayoritariamente musulmana.
Sally Yates |
Yates dijo en la noche del lunes que el Departamento de Justicia no defendería en los tribunales el decreto de Trump, el cual suspende durante 120 días el ingreso de refugiados al país, prohibe por tiempo indefinido la entrada de refugiados sirios y frena por 90 días los viajes de ciudadanos de Irán, Irak, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
Yates dijo que no creía que defender el decreto sería “consistente con la obligación solemne de esta institución de siempre buscar la justicia y defender lo correcto”.
Horas después, fue despedida. La Casa Blanca dijo que Yates “ha traicionado al Departamento de Justicia al rehusarse a hacer cumplir una orden legal diseñada para proteger a los ciudadanos de Estados Unidos”.
Yates, quien fue nombrada por el expresidente demócrata Barack Obama, estaba a pocos días de ser reemplazada por el nominado de Trump para liderar al Departamento de Justicia, el senador republicano Jeff Sessions, quien espera la confirmación del Senado.
“La señora Yates es una persona designada por el Gobierno de Obama que es débil en las fronteras y es muy débil en la inmigración ilegal”, dijo la Casa Blanca en un comunicado. Dana Boente, fiscal por el Distrito Este de Virginia, ejercerá como el Fiscal General interino de Estados Unidos hasta que Sessions reciba la aprobación del Congreso.