Alan Jara, director de la Unidad para las
Víctimas, calificó de "masacre" los continuos asesinatos de personas
interesadas en que prospere lo negociado entre Gobierno y Farc en La Habana.
En Colombia, 17 líderes sociales fueron
asesinados en los últimos dos meses, cuando se aprobó el acuerdo de paz con las
FARC que busca superar más de medio siglo de conflicto armado, según informó el gobierno.
"Ya son 17 los líderes sociales
asesinados desde el pasado 1 de diciembre, fecha en la que el Congreso de la
República refrendó el Acuerdo de Paz", indicó la Unidad para las Víctimas
en un comunicado.
"Estamos sumamente preocupados por la
ocurrencia de estos hechos, porque la verdad es que están masacrando a los
líderes sociales", dijo Alan Jara, director de esa entidad, citado en el
texto.
Porfirio Jaramillo, asesinado el 28 de enero 2017 |
La última víctima fue el líder de
restitución de tierras Porfirio Jaramillo, asesinado el 28 de enero 2017 en el
municipio de Turbo, departamento de Antioaquia, cuando cuatro hombres armados
llegaron a su vivienda y se lo llevaron por la fuerza en una motocicleta.
La Policía halló el cadáver de Jaramillo,
que reclamaba la devolución de un terreno ante la Unidad de Restitución de Tierras
(URT), el domingo 29 de enero de los corrientes en la madrugada en área rural de Turbo.
Jara instó a la fiscalía a priorizar las
investigaciones de estos homicidios y pidió a las autoridades a que brinden a
los líderes "medidas de protección pertinentes".
Las FARC han denunciado con insistencia los
homicidios. El miedo de las FARC a que la dejación de armas y la reinserción de
los guerrilleros a la vida civil genere violencia y muerte remite al exterminio
de la Unión Patriótica (UP) tras el fallido proceso de paz del presidente Belisario
Betancur en 1984.
Entonces, unos 3.000 miembros de ese
movimiento político de influencia comunista, entre ellos dos aspirantes a la
Presidencia, fueron asesinados por paramilitares en connivencia con fuerzas
estatales.
Las FARC, principal y más antigua del país,
firmó en noviembre un acuerdo para terminar 52 años de conflagración, que fue
refrendado por el Congreso tras el rechazo en octubre en un plebiscito al pacto
original, lo que obligó a la renegociación de lo convenido luego de cuatro años
de diálogos en Cuba.
Tanto las FARC como organizaciones sociales
señalan a grupos paramilitares de extrema derecha como los responsables de los
ataques, una versión desestimada por el gobierno, que atribuye esas muertes a
bandas criminales dedicadas al narcotráfico, formadas tras la desmovilización
de milicias irregulares de extrema derecha en 2006.
Según el movimiento izquierdista Marcha
Patriótica, en lo que va de 2017 han sido asesinados 14 líderes sociales y
defensores de derechos humanos, mientras que la Oficina del Alto Comisionado de
las Naciones Unidades para los Derechos Humanos contabilizó 64 homicidios en
2016.