Por. Editson Romero Angulo
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Edición Especial – Jueves, 6 de Nisán, Año 33 d.C.
Jerusalén – En un clima cargado de tensión e incertidumbre, Jesús de Nazaret ha celebrado la cena pascual esta noche con sus discípulos en una casa de la ciudad, en lo que muchos creen que podría haber sido su última reunión con ellos antes de ser arrestado.
Fuentes cercanas al grupo aseguran que la preparación del lugar fue ordenada por el propio Jesús, quien dio instrucciones precisas a dos de sus seguidores para encontrar una habitación grande y amueblada. El encuentro fue privado y profundamente simbólico, según relatan testigos que lograron acercarse al lugar.
Gestos sorprendentes en la cena
Durante la celebración, Jesús habría realizado un gesto insólito para un maestro: lavó los pies de todos sus discípulos, incluyendo a aquel que, según él mismo declaró más tarde, habría de entregarlo. Este acto de humildad ha sido interpretado como un mensaje de servicio radical que ha impresionado incluso a quienes no lo siguen.
En la mesa, tomó pan, lo partió y lo ofreció diciendo: “Este es mi cuerpo.” Luego, alzó una copa de vino y añadió: “Esta es mi sangre, que será derramada por muchos.” Los presentes afirman que habló con solemnidad sobre su inminente muerte, y anunció que no volvería a beber del fruto de la vid hasta que lo hiciera en el Reino de Dios.
La revelación de un traidor
El momento más impactante ocurrió cuando Jesús anunció que uno de los que compartían la mesa lo traicionaría. La sorpresa y el desconcierto se apoderaron del grupo, y cada uno preguntaba si él sería el culpable. Se dice que Jesús identificó discretamente al traidor al mojar un bocado de pan y dárselo a Judas Iscariote, quien abandonó la cena poco después en medio de la confusión.
Oración en el huerto y desaparición
Finalizada la cena, Jesús y sus discípulos se dirigieron fuera de la ciudad, hacia el huerto de Getsemaní, al pie del Monte de los Olivos. Allí, se le vio orando en profunda angustia, incluso llegando a sudar gotas como de sangre, según testimonios de algunos de sus discípulos más cercanos.
En estos momentos, su paradero exacto es incierto. Se rumorea que las autoridades, con la ayuda del traidor, podrían estar preparándose para arrestarlo esta misma noche. La tensión en Jerusalén ha alcanzado un punto máximo. La calma aparente de la noche contrasta con la expectativa de que algo grave está a punto de ocurrir.
Nos mantenemos en alerta y continuaremos informando.