Periodista
En medio de la creciente polarización electoral en Colombia, donde las figuras más mediáticas acaparan titulares, hay un grupo de candidatos que permanece fuera del radar de los grandes medios y las redes sociales. Son los candidatos Alternativos: personas que se han inscrito oficialmente ante la Registraduría Nacional para competir en las elecciones presidenciales de 2026, pero que carecen de reconocimiento nacional, nichos electorales definidos o maquinaria partidista.
A pesar de su anonimato relativo, estos aspirantes son parte integral del ecosistema político. Representan la diversidad, el descontento, las causas de base o, simplemente, el derecho a disputar el poder desde márgenes muchas veces ignorados. Aquí presentamos algunos de ellos.
Ricardo Pérez González (Sebastián González) – Unión Patriótica “Bases en Rebelión”
Poco conocido en los medios y sin presencia activa en redes sociales, Ricardo Pérez González —también conocido como Sebastián González— representa un tipo distinto de candidatura: jurídica, crítica y testimonial. Su historia no comienza en esta campaña, sino en 2010, cuando junto al exmagistrado Jaime Araújo Rentería, Jeritza Merchán y Jorge Salcedo, lideró la demanda que condujo a la recuperación de la personería jurídica de la Unión Patriótica (UP). El fallo del Consejo de Estado en 2013 reconoció que la pérdida del estatus legal de la UP fue producto de un genocidio político.
Hoy, más de una década después, González se presenta como precandidato presidencial por el comité ciudadano “Unión Patriótica – Bases en Rebelión”, inscrito ante la Registraduría Nacional en 2025. Su línea política se distancia del actual Pacto Histórico: reivindica las raíces populares de la UP y critica abiertamente a la dirección nacional del partido por haber cedido al pragmatismo electoral.
No cuenta con maquinaria, exposición mediática ni bancada. Pero representa un testimonio político singular de quienes lucharon desde las bases para que la UP reviviera legalmente, y ahora buscan visibilizar una alternativa fuera del aparato tradicional.
María del Carmen Castaño – Independiente campesina del Huila
Con un discurso profundamente anclado en la soberanía alimentaria, la reforma agraria y la economía del cuidado, busca representar a los sectores rurales marginados de la discusión presidencial. Aunque su nombre no suena en medios, ya ha recorrido más de 20 municipios con su proyecto político.
Julio César Palacios – Movimiento “Colombia Libre y Neutral”
Con pasado en la docencia universitaria y un largo recorrido en el análisis geopolítico, Julio César Palacios promueve una visión de Colombia neutral, alejada de alianzas militares internacionales y del extractivismo global. Su propuesta se basa en una política exterior pacifista, inversión en educación superior y desmilitarización del conflicto interno.
Palacios no cuenta con aliados políticos y se autodefine como “ciudadano sin padrinos ni dueños”. Sus propuestas circulan en panfletos autoeditados y conferencias autogestionadas en universidades públicas.
Desde Buenaventura, Lina Moreno Cortés construyó una candidatura desde la resistencia cultural afrocolombiana. Representante de procesos feministas territoriales, busca posicionar en la agenda nacional temas como la justicia ambiental, el racismo estructural y la protección del agua.
Con fuerte base comunitaria y trabajo en red, Moreno Cortés fue inscrita como candidata por un grupo significativo de ciudadanos, en una de las regiones más olvidadas por el centro del poder político.
Reflexión final:
Los "invisibles" no son menos democráticos por no ser conocidos. Su existencia amplía los límites del debate y fuerza a la sociedad a preguntarse: ¿Quién decide quién es visible en la política? ¿El voto, los medios o el dinero?