Por. Editson Romero Angulo Periodista
🚦 Un pacto que transforma la movilidad en protección
El colectivo firmó recientemente un Pacto de Corresponsabilidad con la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia, con el objetivo de articular esfuerzos entre la ciudadanía y las instituciones. Este acuerdo contempla:
- Formación en derechos humanos, primeros auxilios y rutas de atención
- Activación de protocolos de emergencia en casos de violencia
- Comunicación directa con autoridades locales
- Acompañamiento a mujeres en riesgo
Diana Cristiano, vocera del colectivo, afirma: “No somos solo motociclistas. Somos vigías, aliadas y defensoras. Cada trayecto puede ser una oportunidad para salvar una vida”.
📊 Un panorama alarmante: las cifras detrás del volante
La iniciativa surge en un contexto preocupante. Según datos recientes de la Secretaría Distrital de la Mujer:
- Entre enero y febrero de 2025, se realizaron 27.385 atenciones a mujeres, de las cuales 76 % estuvieron relacionadas con violencia.
- En ese mismo periodo, se tipificaron 4 feminicidios en Bogotá, en localidades como Ciudad Bolívar, Kennedy, Bosa y San Cristóbal.
- Las valoraciones por riesgo extremo de feminicidio disminuyeron un 38 % respecto al año anterior, aunque una de cada tres se concentra en Ciudad Bolívar, Kennedy y Suba.
- En lo que va del año, se han reportado 16.977 casos de violencia intrafamiliar, lo que representa un aumento del 28 % frente a 2024.
- Cada día, 94 mujeres son víctimas de violencia intrafamiliar en la ciudad.
- En promedio, 17 mujeres sufren delitos sexuales cada día en Bogotá.
Estas cifras revelan que la violencia de género no solo persiste, sino que se intensifica en ciertas zonas de la ciudad. Las localidades más afectadas —Kennedy, Ciudad Bolívar, Suba, Engativá y Usme— coinciden con las rutas más transitadas por las Conductoras Púrpura.
🌆 Sororidad sobre ruedas
La apuesta de estas 962 mujeres no solo busca proteger, sino también redefinir el espacio público como un lugar seguro para todas. Su presencia activa en las calles genera confianza, rompe el silencio y promueve la denuncia.
Además, el modelo ha despertado interés en otras ciudades de América Latina, que ven en esta red una forma efectiva de movilizar la sororidad y enfrentar la violencia desde lo cotidiano