Por. Editson Romero Angulo
Periodista
Con 22
solicitudes rechazadas por “inconsistencias graves” —que suenan más a crimen
organizado que a error de digitación—, la campaña busca orientar a los
pensionados antes de que terminen enterrando sus derechos junto con el difunto.
Eso sí, sin misterios… aunque con bastante burocracia.
La
estrategia incluye folletos, charlas y probablemente una ouija institucional
para contactar al beneficiario y confirmar que, efectivamente, está en
condiciones de recibir el auxilio. Porque en Cundinamarca, la muerte no es el
final: es el comienzo de una auditoría.
Desde ya
se recomienda consultar fuentes oficiales, especialmente la Gobernación, que
entre trámites y comunicados, parece más interesada en prevenir fraudes que en
facilitar el duelo. Eso sí, con mucho respeto… y un poco de sarcasmo.