Reconfiguración partidista y arquitectura electoral en Colombia: estrategias de lista al Senado para 2026

Autor: Editson Romero Angulo
Afiliación institucional: EL HUMANITARIO. Periodismo Libre E Independiente
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Resumen

La contienda legislativa de 2026 en Colombia se configura como un laboratorio de reingeniería partidista, donde las restricciones legales, los umbrales electorales y las tensiones internas obligan a los actores políticos a redefinir sus estrategias de inscripción al Senado. Este artículo analiza las maniobras de fusión, cierre de listas y coaliciones emergentes desde una perspectiva institucional y sociopolítica, considerando el impacto de la normatividad vigente, la fragmentación ideológica y los dilemas éticos que plantea la inclusión de congresistas investigados. Se propone una lectura crítica de la dinámica preelectoral como expresión de las tensiones entre representación, gobernabilidad y legitimidad democrática.

1. Introducción


La arquitectura electoral colombiana, caracterizada por un sistema mixto de listas abiertas y cerradas, enfrenta en 2026 un escenario de reconfiguración estratégica. La imposibilidad de repetir coaliciones exitosas como la del Pacto Histórico, sumada a un umbral proyectado superior a los 600.000 votos, ha catalizado procesos de fusión partidista, cierre de listas y redefinición de liderazgos. Este artículo examina las implicaciones de estas maniobras desde una perspectiva institucional, considerando los efectos sobre la representación política, la cohesión programática y la legitimidad democrática.

2. El umbral electoral como dispositivo de concentración

El umbral electoral, entendido como mecanismo de racionalización del sistema de partidos (Sartori, 2005), opera en Colombia como filtro de viabilidad política. Su incremento proyectado para 2026 obliga a las colectividades a consolidar sus bases o articular coaliciones funcionales. En este contexto, el umbral no solo delimita el acceso institucional, sino que redefine las condiciones de competencia y supervivencia partidista (Duverger, 1951).



3. El Pacto Histórico: de coalición táctica a partido orgánico




La imposibilidad legal de repetir la fórmula de coalición que en 2022 permitió al Pacto Histórico alcanzar 20 escaños en el Senado (Consejo Nacional Electoral, 2022), ha derivado en un proceso de fusión entre sus once fuerzas constitutivas. Este tránsito de coalición táctica a partido orgánico plantea desafíos jurídicos —por investigaciones en curso contra Colombia Humana y Unión Patriótica— y tensiones programáticas. La eventual conformación de un partido único con lista cerrada representa una apuesta por la cohesión ideológica, pero también por la concentración electoral como estrategia de supervivencia.




4. Alianza Verde: escisión frustrada y pragmatismo electoral

La Alianza Verde, tras el fracaso del proyecto de transfuguismo y la iniciativa de escisión liderada por Angélica Lozano, opta por la continuidad. La mayoría de sus senadores actuales buscarán reelección, y se contempla una nueva coalición para enfrentar el umbral. Esta estrategia revela un pragmatismo electoral que privilegia la permanencia institucional sobre la diferenciación ideológica, en un contexto de fragmentación interna y volatilidad programática.

5. Partidos tradicionales: entre la inercia y la táctica


Los partidos Conservador, Liberal, Cambio Radical, la U y el Centro Democrático enfrentan el dilema entre mantener listas abiertas —que favorecen el liderazgo individual— o cerrarlas para fortalecer la identidad partidista. El Centro Democrático, por ejemplo, evalúa cerrar su lista, rompiendo con su tradición de voto preferente. Estas decisiones, aunque tácticas, tienen implicaciones estructurales sobre la forma de representación y la disciplina interna.

El Partido Liberal atraviesa una fase de distanciamiento político respecto al Gobierno nacional. En enero de 2025, bajo la dirección de César Gaviria, la colectividad se declaró en independencia legislativa, rompiendo formalmente con la coalición que respaldaba al presidente Gustavo Petro.

Esta decisión se fundamentó en desacuerdos sobre la gestión de crisis diplomáticas —especialmente con Estados Unidos— y preocupaciones por el deterioro institucional en regiones como el Catatumbo. Aunque conserva una bancada significativa en el Congreso, el liberalismo enfrenta el reto de redefinir su identidad programática y su rol opositor, en medio de tensiones internas y una creciente presión por consolidar su lista cerrada para el Senado en 2026.

Por su parte, el Partido Conservador ha trazado una línea clara de oposición al Ejecutivo, posicionándose como alternativa política de cara a las elecciones legislativas y presidenciales de 2026 I. En su reciente reforma estatutaria, la colectividad reafirmó su intención de mantener el voto preferente en la lista al Senado, mientras figuras como Nadia Blel y David Barguil emergen como posibles cabezas de lista. Sin embargo, el partido también enfrenta críticas por pérdida de liderazgo territorial y debilidad organizativa en regiones como el Valle del Cauca. En este contexto, el conservatismo busca capitalizar el desgaste del oficialismo, pero deberá resolver sus propias fracturas internas para sostener su competitividad electoral.

6. Movimientos minoritarios: coaliciones como estrategia de acceso


Las colectividades emergentes —MIRA, Nuevo Liberalismo, Dignidad y Compromiso Ciudadano— exploran coaliciones como vía de acceso institucional. La experiencia de 2022, donde MIRA logró cuatro curules en alianza, sirve de precedente. Sin embargo, la heterogeneidad ideológica y la debilidad organizativa de estos movimientos plantean interrogantes sobre su capacidad de articulación programática y sostenibilidad electoral.



7. El dilema ético: congresistas investigados y legitimidad democrática


La inclusión de parlamentarios investigados por escándalos como el de la Ungrd plantea dilemas éticos y estratégicos. La posibilidad de que estos actores sean reemplazados en las listas revela una tensión entre la lógica electoral y la exigencia de legitimidad democrática. Este fenómeno, lejos de ser anecdótico, evidencia la fragilidad institucional y la necesidad de mecanismos de depuración política.


8. Conclusión

La configuración de listas al Senado en 2026 refleja una tensión estructural entre representación, gobernabilidad y legitimidad. Las estrategias partidistas —fusión, cierre de listas, coaliciones— son respuestas adaptativas a un sistema que exige concentración de votos y claridad ideológica. Sin embargo, la inclusión de actores cuestionados y la falta de definiciones programáticas revelan vacíos normativos y riesgos para la calidad democrática. Se requiere una reforma política que articule exigencias éticas, transparencia institucional y representatividad plural.

Referencias

Consejo Nacional Electoral. (2022). Resolución sobre coaliciones electorales. Bogotá: CNE.

Duverger, M. (1951). Les partis politiques. París: Armand Colin.

Sartori, G. (2005). Partidos y sistemas de partidos. Madrid: Alianza Editorial.

Registraduría Nacional del Estado Civil. (2022). Resultados elecciones legislativas 2022. Bogotá: RNEC.

Reyes, L. (2025). Declaraciones sobre presiones políticas en entidades públicas. El Tiempo.

Vallejo Chujfi, G. (2025). Dirección política y decisiones internas. Semana Política.