Renacer del cóndor andino en Cundinamarca: Ámbar como símbolo de restauración ecológica y territorial

Por. Editson Romero Angulo

Periodista Productor de Contenidos Informativos

Resumen

El nacimiento de Ámbar, una cría de cóndor andino (Vultur gryphus) en el Parque Jaime Duque, representa un hito en la conservación de esta especie emblemática, históricamente exterminada en Cundinamarca por prácticas ganaderas, cacería y pérdida de hábitat. Este artículo analiza el proceso de extinción local, los esfuerzos científicos de recuperación y la relevancia ecológica, política y cultural de reintroducir al cóndor en los Andes colombianos.


Introducción



El cóndor andino ha sido históricamente un símbolo de libertad, vigilancia y conexión espiritual en las culturas andinas. En Colombia, su presencia se ha reducido drásticamente desde el siglo XIX, especialmente en departamentos como Cundinamarca, donde la expansión agropecuaria, el uso de venenos y la cacería indiscriminada lo llevaron al borde de la extinción (Luna Azul, 2019). La Fundación Parque Jaime Duque, en alianza con entidades públicas, ha logrado reproducir tres ejemplares en cautiverio, siendo Ámbar la más reciente, nacida en octubre de 2025.


El cóndor en la cosmovisión indígena y el asombro colonial

Para las culturas indígenas andinas, el cóndor andino (Vultur gryphus) no era simplemente un ave: era kuntur en quechua y mallku en aymara, un ser sagrado que conectaba el Hanan Pacha (mundo superior) con el Kay Pacha (mundo terrenal). Su vuelo majestuoso, que podía alcanzar más de tres metros de envergadura, era interpretado como un mensaje divino, una señal de equilibrio cósmico y protección espiritual. En la iconografía precolombina, el cóndor aparece como guardián de los cielos, asociado a la chakana o Cruz del Sur, y representado en cerámicas, textiles y esculturas ceremoniales (Rebelión, 2023).

Los cronistas españoles del siglo XVI, al encontrarse con esta ave en los Andes, quedaron impresionados por su tamaño y su capacidad de planear durante horas sin batir las alas. En textos como los de Cieza de León y Guamán Poma de Ayala, se describe al cóndor como “monstruoso” y “real”, reflejando tanto el temor como la fascinación que provocaba en los europeos. Su presencia en los cielos fue interpretada como signo de lo sublime y lo desconocido, y en algunos casos, como símbolo del poder indígena sobre el territorio (El Candelabro, 2025).


Exterminio histórico del cóndor en Cundinamarca


Durante el siglo XX, el cóndor fue erróneamente considerado un depredador de ganado, lo que justificó su persecución. Según el Plan de Manejo de la CAR (2010), la especie desapareció de varios páramos de Cundinamarca, como Sumapaz y Chingaza, debido a la fragmentación de ecosistemas y la presión humana. En 1989, se estimaban menos de 60 individuos en estado silvestre en todo el país (Ministerio de Ambiente, 2006).


Conservación científica y nacimiento de Ámbar

El Programa de Conservación del Cóndor de los Andes, liderado por la Fundación Parque Jaime Duque, ha logrado reproducir tres cóndores en condiciones controladas: Sue, Chie y sus crías, entre ellas Ámbar. Este proceso incluye incubación artificial, monitoreo genético y educación ambiental. Ámbar nació tras 62 días de incubación, con 203 gramos de peso, y representa una esperanza para la reintroducción territorial (Parque Jaime Duque, 2025).


Importancia ecológica, política y cultural


La recuperación del cóndor tiene múltiples implicaciones:

  • Ecológicas: Regula ecosistemas de alta montaña como carroñero, evitando la propagación de enfermedades (Mongabay, 2025).
  • Políticas: Articula actores públicos y privados en torno a la soberanía ambiental y la restauración territorial (CAR, 2010).
  • Culturales: Revitaliza el imaginario andino y la identidad de comunidades campesinas e indígenas (Luna Azul, 2019).
  • Económicas: Impulsa el ecoturismo, la investigación científica y la inversión en infraestructura verde.


Conclusión


Ámbar no es solo una cría de cóndor: es símbolo de resistencia ecológica, memoria territorial y futuro compartido. Su nacimiento en Cundinamarca marca un punto de inflexión en la relación entre ciencia, política y biodiversidad. Restaurar al cóndor es restaurar el vínculo entre los pueblos andinos y su montaña.


Referencias (APA Séptima Edición)

  • CAR. (2010). Plan de manejo y conservación del cóndor de los Andes (Vultur gryphus). Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca. https://sie.car.gov.co
  • El Candelabro. (2025). El cóndor de los Andes: Guardián del Hanan Pacha y la eternidad. https://revistaliterariaelcandelabro.blog
  • Fundación Parque Jaime Duque. (2025). Nacimiento de Ámbar, tercera cría de cóndor andino. https://parquejaimeduque.com
  • Luna Azul. (2019). Experiencias de educación ambiental para la conservación del cóndor andino en la provincia del Guavio, Cundinamarca. Revista Luna Azul, (49), 90–108. https://www.redalyc.org/journal/3217/321767977009/
  • Ministerio de Ambiente. (2006). Programa Nacional para la Conservación del Cóndor Andino. https://www.minambiente.gov.co
  • Mongabay. (2025). Conservación de cóndores andinos en Colombia. https://es.mongabay.com
  • Rebelión. (2023). El cóndor andino y sus simbologías. https://rebelion.org/el-condor-andino-y-sus-simbologias/