#Tradición Católica, Revelación y Modernidad: Un Ensayo Académico en Defensa del Catolicismo Romano frente al Modernismo

Editson Romero Angulo
Periodista católico

Introducción

El surgimiento del modernismo teológico entre finales del siglo XIX y comienzos del XX constituyó uno de los desafíos intelectuales más significativos para el catolicismo romano. Bajo la influencia del racionalismo, el historicismo y las nuevas metodologías críticas, diversos autores propusieron reinterpretaciones del dogma que pusieron en cuestión la continuidad doctrinal histórica de la Iglesia. La respuesta del magisterio católico —especialmente en Pascendi Dominici Gregis (1907)— ha sido a menudo interpretada como un rechazo frontal a la modernidad. Sin embargo, un análisis desapasionado de las fuentes revela una postura más matizada: lejos de oponerse al progreso científico o a la investigación histórica, la Iglesia defendió la integridad epistemológica de la revelación y el papel mediador del magisterio en su interpretación.


1. Orígenes y características del modernismo teológico

Este ensayo argumenta que la posición católica frente al modernismo no representa un inmovilismo intelectual, sino una defensa razonada del carácter objetivo y normativo de la revelación cristiana. Se sostiene que el principio de continuidad doctrinal, articulado por autores como John Henry Newman, ofrece un marco metodológico que permite integrar aportes de la modernidad sin sacrificar la identidad teológica del cristianismo.



El modernismo fue un movimiento diverso y disperso, cuyos principales representantes —Alfred Loisy, George Tyrrell y Ernesto Buonaiuti— buscaban conciliar la fe cristiana con los métodos históricos y filosóficos contemporáneos. Loisy, en obras como L’Évangile et l’Église (1902), cuestionó la comprensión tradicional de la revelación y sostuvo que los dogmas eran expresiones simbólicas y evolutivas de una experiencia religiosa colectiva. Tyrrell, jesuita expulsado en 1906, defendió una concepción del dogma influida por el pragmatismo y el vitalismo, según la cual la verdad religiosa debía evaluarse por su utilidad espiritual más que por su correspondencia ontológica.

La preocupación del magisterio surgió cuando estas propuestas tendían a disolver la revelación objetiva en una experiencia subjetiva e histórica. La encíclica Pascendi calificó el modernismo como “síntesis de todas las herejías” no por razones políticas, sino porque su marco epistemológico hacía imposible la afirmación de verdades permanentes (Pío X 1907).

2. La respuesta católica: revelación y autoridad magisterial

La teología católica sostiene que la revelación divina es a la vez histórica y objetiva. Según la Dei Verbum del Concilio Vaticano II, la revelación está constituida por “hechos y palabras intrínsecamente conexos” mediante los cuales Dios se comunica (Vaticano II 1965, n. 2). Esto implica que, aunque requiere interpretación, la revelación posee un contenido estable no reducible a la conciencia religiosa cambiante. 
La autoridad del magisterio —ordinario y extraordinario— se justifica epistemológicamente como garante de la continuidad y autenticidad de esa revelación. Yves Congar, en su obra clásica La Tradición y la Tradición (1960), argumenta que la Iglesia no es “dueña” de la verdad revelada, sino su servidora y transmisora. La función magisterial no anula la investigación crítica, pero sí establece límites frente a interpretaciones que contradigan el núcleo de la fe apostólica.

3. El principio de desarrollo doctrinal

Uno de los aportes más influyentes a la comprensión católica del cambio doctrinal proviene de John Henry Newman. En An Essay on the Development of Christian Doctrine (1845), Newman sostuvo que las doctrinas pueden desarrollarse de manera orgánica sin perder continuidad con su origen apostólico. Este desarrollo se rige por criterios como la conservación del tipo, la continuidad de principios y la capacidad de integración.



El modernismo, en contraste, sostenía un concepto evolutivo del dogma que permitía reinterpretaciones incompatibles con la fe histórica. Como señala Jaroslav Pelikan en su estudio histórico The Christian Tradition (1971–1989), la clave no es si la doctrina cambia, sino cómo cambia. La posición católica propone que el desarrollo doctrinal nunca puede contradecir lo ya definido, mientras que el modernismo permitía sustituciones sustanciales del contenido revelado.

4. Modernidad, crítica histórica y aportes legítimos

Es necesario reconocer que algunas intuiciones modernistas impulsaron avances posteriormente asumidos por la Iglesia. El uso de métodos histórico-críticos en la exégesis bíblica, inicialmente recibido con cautela, fue aceptado explícitamente por Pío XII en Divino Afflante Spiritu (1943), que abrió el campo a un estudio más riguroso del texto bíblico. Investigadores como Joseph Ratzinger, en Introducción al cristianismo (1968) y Fe y futuro (1970), integraron la crítica histórica con una teología sistemática sólida.

El problema no radicaba en la crítica científica, sino en interpretaciones que subordinaban la fe a criterios filosóficos externos. Como advierte Henri de Lubac en Catholicisme (1938), la revelación no es un mero fenómeno cultural que evoluciona, sino la autocomunicación divina que interpela a la humanidad a través de la historia sin quedar confinada a ella.

5. Una defensa intelectual de la postura católica

Frente a los reduccionismos del modernismo —sean de corte historicista, experiencialista o relativista—, la postura católica ofrece una epistemología equilibrada:

1. Sostiene la objetividad de la verdad revelada, evitando que la fe dependa exclusivamente de disposiciones subjetivas o modas culturales.

2.  Reconoce el papel de la razón histórica y crítica, integrándola en un marco hermenéutico más amplio.

3. Preserva la unidad doctrinal, evitando la fragmentación teológica mediante un criterio común de discernimiento.

4. Permite un auténtico desarrollo, sin rupturas que alteren la identidad del cristianismo.

Esta síntesis ha permitido que la Iglesia incorpore avances académicos sin renunciar a su esencia. Estudios contemporáneos, como los de Tracey Rowland (Catholic Theology, 2017) o Matthew Levering (Proofs of God, 2015; Engaging the Doctrine of Revelation, 2014), muestran que es posible dialogar críticamente con la modernidad desde una posición confesional robusta y filosóficamente coherente.

Conclusión

La confrontación entre modernismo y catolicismo no debe entenderse como un conflicto entre progreso e inmovilismo, sino entre dos modelos de comprensión de la revelación. El modernismo, al subordinar la verdad religiosa a criterios históricos o subjetivos, debilitó la posibilidad de una fe con pretensiones universales y normativas. El catolicismo, por su parte, defendió la integridad de la revelación y el papel interpretativo del magisterio, sin cerrar la puerta a la investigación crítica ni al diálogo con la cultura contemporánea.

El resultado ha sido una síntesis teológica que permite afirmar la continuidad doctrinal y, al mismo tiempo, integrar legítimamente los aportes intelectuales de la modernidad. Esta postura, lejos de ser una mera reacción defensiva, constituye una propuesta epistemológica madura que continúa siendo relevante para la teología del siglo XXI.

Referencias bibliográficas 

Buonaiuti, Ernesto. Il modernismo cattolico. Roma: Edizioni di Storia e Letteratura, 1943.

Congar, Yves. La Tradition et les traditions. Paris: Fayard, 1960.

De Lubac, Henri. Catholicisme: Les aspects sociaux du dogme. Paris: Cerf, 1938.

Levering, Matthew. Engaging the Doctrine of Revelation: The Mediation of the Gospel through Church and Scripture. Grand Rapids: Baker Academic, 2014.

Levering, Matthew & Emery, Gilles. The Oxford Handbook of the Trinity. Oxford: Oxford University Press, 2011.

Loisy, Alfred. L’Évangile et l’Église. Paris: Alphonse Picard, 1902.

Newman, John Henry. An Essay on the Development of Christian Doctrine. London: Longmans, Green, and Co., 1845.

Pelikan, Jaroslav. The Christian Tradition. 5 vols. Chicago: University of Chicago Press, 1971–1989.

Pío X. Pascendi Dominici Gregis. 1907.

Pío XII. Divino Afflante Spiritu. 1943.

Ratzinger, Joseph. Introducción al cristianismo. Salamanca: Sígueme, 1969.

Ratzinger, Joseph. Fe y futuro. Madrid: Ediciones Morata, 1970.

Rowland, Tracey. Catholic Theology. London: Bloomsbury T&T Clark, 2017.

Tyrrell, George. Christianity at the Crossroads. London: Longmans, Green and Co., 1909.

Vaticano II. Dei Verbum. 1965.