El Credo explicado como semilla de vida

Por. Editson Romero Angulo

Catequista


·       Creo en Dios Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra
👉 Es la raíz que sostiene la vida. Reconocemos que todo lo que existe nace de Él, y que nuestra fe se fundamenta en su poder creador y amor paternal.

·       Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor
👉 Es la semilla que florece en salvación. En Él se cumple la promesa de redención, y su vida es el ejemplo que guía nuestro camino.

·       Que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen
👉 Es el brote puro y santo. La encarnación nos recuerda que Dios se hace cercano, humilde y humano para compartir nuestra historia.

·       Padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado
👉 Es la semilla que muere en la tierra. Su sacrificio es el acto supremo de amor que nos abre la puerta a la vida eterna.

·       Descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos
👉 Es la semilla que germina y rompe la tierra. La resurrección es el triunfo de la vida sobre la muerte, la esperanza que nunca se apaga.

·       Subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso
👉 Es el árbol que se eleva hacia el cielo. Cristo glorificado nos muestra el destino final de quienes permanecen fieles: la comunión eterna con Dios.

·       Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos
👉 Es la cosecha que se recoge al final. Nos recuerda que la vida tiene un sentido y una responsabilidad: dar frutos de justicia y amor.

·       Creo en el Espíritu Santo
👉 Es el agua que fecunda la tierra de nuestra vida. Es quien nos fortalece, nos ilumina y nos impulsa a vivir la fe con alegría y valentía.

·       La santa Iglesia católica, la comunión de los santos
👉 Es el campo fértil donde crecen las semillas juntas. La Iglesia es comunidad, unión y apoyo mutuo, donde la fe se comparte y se multiplica.

·       El perdón de los pecados
👉 Es el abono que renueva la tierra. La misericordia de Dios limpia y regenera, permitiendo que la semilla vuelva a crecer con fuerza.

·       La resurrección de la carne
👉 Es el retoño que brota con nueva vida. La promesa de que nuestro cuerpo también participará de la gloria futura.

·       Y la vida eterna
👉 Es el fruto abundante y definitivo. La plenitud de la cosecha: vivir para siempre en la presencia de Dios, donde la semilla se convierte en eternidad.

Así, el Credo entero es un campo sembrado de esperanza: cada artículo es una semilla que, al caer en tierra fértil, produce frutos de fe, amor y vida eterna.

Así como el sembrador confía en la semilla, nosotros confiamos en que el Credo, vivido con sinceridad, dará esperanza.”