Justicia Inteligente: El Rol de la IA en la Transformación del Sistema Judicial Colombiano

Editson Romero Angulo

Periodista



Resumen

En 2025, la justicia colombiana continúa enfrentando una alta congestión procesal, reflejada en el crecimiento sostenido de las tutelas y en indicadores de resolución que aún no alcanzan niveles óptimos. La incorporación de inteligencia artificial (IA) se consolida como una estrategia para optimizar la gestión judicial, mejorar la trazabilidad y liberar recursos humanos hacia tareas de mayor valor jurídico. 

Este artículo analiza la situación actual en Colombia, los avances normativos y técnicos de 2025, y las oportunidades y riesgos que plantea la IA en el sector judicial, con referencia a experiencias regionales y estándares internacionales.

Introducción

La justicia colombiana atraviesa en 2025 un momento aún más crítico. Según el Consejo Superior de la Judicatura, el país superó el millón de tutelas en el último año, lo que representa un nuevo incremento frente a 2024 y confirma la presión creciente sobre las instituciones judiciales. El Índice de Congestión Judicial en las Américas (CEJA, 2025) reporta una tasa de resolución cercana a 0,78, evidenciando que la capacidad de respuesta sigue limitada por problemas estructurales. En este escenario, la inteligencia artificial se consolida como una herramienta de apoyo para transformar la congestión en gestión, mediante la clasificación de expedientes, la trazabilidad de procesos y la priorización de casos urgentes, siempre bajo la premisa de mantener el control humano sobre las decisiones judiciales y garantizar transparencia en su aplicación.

Marco jurídico y técnico en Colombia

Lineamientos de la Judicatura (vigentes desde diciembre de 2024): establecen principios de uso respetuoso, responsable y seguro de la IA generativa.

Proyecto de Ley de Inteligencia Artificial (julio 2025): busca crear un marco regulatorio integral con enfoque psicosocial y de equidad digital.

Alianza con la UNESCO (2025): Colombia se posiciona como líder regional en la aplicación ética de la IA en justicia, adaptando las directrices internacionales para garantizar transparencia y derechos humanos.

Formación masiva: el MinTIC abrió 35.000 cupos gratuitos de capacitación en IA en alianza con la Universidad de Pamplona, lo que fortalece las capacidades de jueces, fiscales y abogados.

Estos avances reflejan un marco jurídico en construcción, que reconoce la necesidad de acompañar la innovación tecnológica con reglas claras, procesos verificables y programas de formación continua.

Aplicaciones de la IA en justicia

La IA se ha implementado en tareas de alto volumen y bajo riesgo, tales como:

  • Clasificación de escritos y expedientes.
  • Búsqueda de antecedentes jurisprudenciales.
  • Generación de borradores jurídicos para revisión humana.
  • Priorización de casos urgentes.

La experiencia regional ofrece evidencia concreta: el sistema PROMETEA de la Fiscalía de Argentina redujo de 90 minutos a 1 minuto (99 %) ciertos procesos de clasificación y redacción, demostrando el potencial de la IA para liberar tiempo y recursos.

Riesgos y desafíos

El uso de IA en justicia no está exento de riesgos:

  • Sesgos en los datos: pueden reproducir desigualdades y afectar derechos fundamentales.
  • “Alucinaciones” jurídicas: generación de jurisprudencia inexistente o errónea.
  • Falsa automatización: percepción de que las decisiones judiciales son tomadas por máquinas, debilitando la confianza pública.

José Luis Gómez Ortega, experto en IA, advierte que la clave está en acompañar la adopción tecnológica con programas de capacitación sólidos, criterios claros de uso y procesos transparentes que documenten la intervención de la IA y la responsabilidad humana.


De la congestión a la gestión

La IA no sustituye la labor judicial, pero sí puede transformarla. Su aporte radica en:

  • Agilizar tareas repetitivas.
  • Mejorar la consistencia en la clasificación de documentos.
  • Facilitar búsquedas complejas.
  • Mapear la carga de trabajo institucional.

El paso de la congestión a la gestión requiere una arquitectura institucional que combine criterio profesional, ética y transparencia, con órganos de gobierno capaces de auditar modelos y proveedores, y con reglas claras sobre las tareas en las que la IA puede intervenir.

Conclusiones

En 2025, la justicia colombiana enfrenta un reto estructural de congestión que limita su capacidad de respuesta. La inteligencia artificial ofrece una oportunidad para optimizar procesos y mejorar la atención a la ciudadanía, siempre bajo supervisión humana y con garantías de transparencia.

El marco jurídico y técnico en Colombia avanza con lineamientos claros y alianzas internacionales, pero requiere consolidarse mediante formación continua, auditoría independiente y procesos verificables. Solo así la IA podrá convertirse en una pieza confiable de la infraestructura institucional, orientada a fortalecer la justicia y garantizar derechos fundamentales.

Referencias

  • Consejo Superior de la Judicatura (2024). Informe anual de tutelas.
  • Centro de Estudios de Justicia de las Américas (CEJA, 2024). Indicadores de resolución judicial en América Latina.
  • UNESCO (2024). Global Judges’ Initiative.
  • Banco Interamericano de Desarrollo (2024). Evaluación del sistema PROMETEA en Argentina.
  • Gómez Ortega, J. L. (2024). Conferencia sobre IA y justicia, Universidad Europea.