Una mirada crítica
Autor: Editson Romero Angulo
Periodista e Investigador
Afiliación institucional: EL HUMANITARIO. Periodismo Libre e Independiente
Fecha de recepción: septiembre de 2025
Fecha de aceptación: octubre de 2025
Palabras clave: Reforma Protestante, Biblia, canon bíblico, Iglesia Católica, Lutero, herejía
Resumen
Martín Lutero es una figura que divide opiniones. Para algunos, fue un reformador valiente; para otros, especialmente para otros, fue el responsable de una ruptura dolorosa en la historia de la Iglesia. Este artículo revisa cómo su traducción de la Biblia al alemán y la eliminación de varios libros sagrados alteraron profundamente la comprensión de la Palabra de Dios. Se analiza el impacto de sus decisiones en la fe cristiana y cómo su legado sigue generando debate.
Introducción
Cuando Lutero clavó sus famosas 95 tesis en la puerta de Wittenberg en 1517, no solo inició una discusión teológica: encendió una revolución religiosa que cambiaría Europa para siempre. Pero más allá de los debates doctrinales, hay un aspecto que suele pasar desapercibido: su intervención directa en la Biblia. Lutero no solo la tradujo, también la modificó. Desde la perspectiva católica, esto no fue una simple adaptación lingüística, sino una mutilación del texto sagrado.
¿Qué hizo Lutero con la Biblia?
Lutero tradujo la Biblia al alemán, lo cual en sí no era negativo. El problema fue cómo lo hizo:
- Añadió la palabra “sola” en Romanos 3:28, diciendo que el hombre se justifica “por la fe sola”, algo que no aparece en el texto original.
- Llamó a la Epístola de Santiago “una epístola de paja” porque no encajaba con su doctrina de la justificación por la fe.
- Eliminó siete libros del Antiguo Testamento: Tobías, Judit, Sabiduría, Eclesiástico, Baruc, y 1 y 2 Macabeos. Estos libros, conocidos como deuterocanónicos, habían sido parte del canon bíblico desde los primeros siglos del cristianismo.
¿Por qué importa esto?
Desde la visión católica, la Biblia no es un texto que se pueda editar al gusto personal. La Iglesia, guiada por el Espíritu Santo, definió el canon bíblico en concilios como el de Hipona (393) y Cartago (397), y lo reafirmó en el Concilio de Trento (1546). Quitar libros o alterar el sentido de los versículos es, sencillamente, poner en riesgo la verdad revelada.
Además, al promover la libre interpretación de la Escritura, Lutero abrió la puerta a una fragmentación doctrinal que hoy se refleja en miles de denominaciones protestantes con enseñanzas contradictorias entre sí.
¿Qué consecuencias tuvo?
- Se rompió la unidad de la Iglesia.
- Se debilitó la autoridad del Magisterio.
- Se perdió la riqueza sacramental y litúrgica que había sido cultivada durante siglos.
- Se sembró confusión doctrinal que aún persiste.
Conclusión
Martín Lutero no solo desafió a la Iglesia: desafió la integridad de la Palabra de Dios. Su traducción, lejos de acercar al pueblo a la verdad, lo expuso a interpretaciones erróneas y a una fe fragmentada. Desde la perspectiva católica tradicional, su legado debe ser revisado con seriedad, reconociendo que la fidelidad a la Escritura implica también fidelidad a la Iglesia que la custodia.
Referencias
- Concilio de Trento. (1546). Decreto sobre el canon de las Escrituras.
- Catecismo de la Iglesia Católica. (1992). Libreria Editrice Vaticana.
- Apologética Católica. (s.f.). Lutero y la Biblia.
- San Jerónimo. Prólogo a la Vulgata Latina.
- Basado en Hechos Reales. (s.f.). Crítica histórica a Martín Lutero.