Autor invitado:
Juan Sánchez Ramírez
Promotor del Voto en Blanco
Hay una masa de votación que no es
destacada ni reseñada por la gran mayoría de medios de comunicación. Diríamos
que le tienen pánico pues aparece como un nubarrón en el horizonte, preludiando
la tormenta que puede azotar a un régimen político en el cual hay millones que
no creen. Nos referimos al voto en blanco; al cual hay que sumar, por el
significado que igualmente tiene, los votos no marcados. Excluyo los nulos,
porque en ellos se puede manifestar error del votante.
El cuadro siguiente, construido tomando
los datos de que aparecían en la página oficial de la Registraduría Nacional el
día 29 de octubre, habla por sí mismo.
Corporación
|
% mesas escrutadas
|
% votación
|
Votos depositados
|
Válidos
|
Blanco (B)
|
No marcados (NM)
|
Nulos
|
Total B+NM
|
% en B y NM respecto a depositados
|
Alcaldía
|
99,82
|
59,32
|
20.046.042
|
19.065.827
|
723.163
|
547.991
|
432.224
|
1.271.154
|
6,34
|
Gobernación
|
99,69
|
60,31
|
17.128.262
|
15.092.672
|
1.195.657
|
1.639.781
|
395.809
|
3.231.247
|
18,87
|
Concejos
|
97,84
|
57,6
|
19.466.636
|
17.819.582
|
1.106.088
|
774.373
|
872.681
|
2.753.142
|
14,14
|
Asambleas
|
98,25
|
58,92
|
16.732.650
|
14.015.958
|
1.854.623
|
1.916.069
|
800.623
|
4.571.315
|
27,32
|
JAL
|
98,92
|
54,44
|
9.107.676
|
7.626.951
|
2.063.032
|
1.015.876
|
464.849
|
3.543.757
|
38,91
|
El Voto en blanco expresa un
repudio y rechazo al conjunto de las instituciones del régimen político y la
decisión de un votante independiente (que no debe ni paga favores ni recibe
dádivas de candidato o partido) de expresar con claridad ese rechazo.
Excepto en el caso de las alcaldías,
el porcentaje de votos en blanco y no marcados supera a cualquiera de los
partidos. A manera de ejemplo, mientras el total de votos para gobernaciones
del partido de la U fue de 1.631.177, el total de votos en blanco y no marcados
es 2.835.438 (1.195.657 en blanco más 1.639.781 no marcados). Para asambleas
las cifras son 2.311.325 para las listas presentadas a nombre del partido de la
U mientras que el total de votación en blanco y no marcada para esas
corporaciones asciende a 3.770.692 (1.854.623 en blanco más 1.916.069 no
marcados).
Nadie puede afirmar que el voto en
blanco sea un voto “despolitizado” o “reaccionario”. Las prebendas que concede
el estado a los votantes no alcanzan por sí mismas a explicar lo que es
necesario señalar como un verdadero fenómeno en crecimiento en el país. Si se
comparan la votación del Polo Democrático Alternativo con las masas de voto en
blanco y no marcado los resultados deberían hacer reflexionar a los
agrupamientos constitutivos del Polo respecto a cuál era la mejor opción para
golpear al régimen político –como ellos de palabra proclaman.
Mientras el Polo obtuvo para concejos
la suma de 690.431 votos, el total de voto en blanco casi lo duplica
(1.106.088) y si se suman el voto en blanco y no marcado se obtiene 1.880.461,
que casi llega a triplicarlo. El contraste es más marcado, a favor del voto en
blanco y no marcado comparado con la votación al Polo, en las cifras de
Asambleas: 435.121 para las listas del Polo frente a 1.854.623 votos en blanco
para estas corporaciones y 1.916.069 no marcados, totalizándose entre blanco y
no marcados 3.770.698; más de ocho veces y media la votación del Polo.
Las cifras de la votación en blanco y
no marcado son altísimas, enormes, y tienen una trascendental importancia
política que habrá que analizar detenidamente. Desde el punto de vista de una
opción revolucionaria, que planteó públicamente el llamado de unidad alrededor
de esa opción a todas las fuerzas que se reclaman contrarias al actual régimen
político –llamado que fue desatendido– tenemos que señalar que esos resultados
del voto en blanco muestran un terreno fértil para propuestas de participación
electoral que confronten a ese régimen.