En 2021 el precio de la carne de res creció un 31%, y ha tenido un crecimiento adicional de más de 4% en lo corrido de 2022 hasta febrero. Como puede verse en el gráfico 1, este aumento coincidió hasta octubre de 2021 con aumentos similares en los precios de la carne de pollo y cerdo, que contrastan con la relativa estabilidad que se observaba desde 2017. A su vez, y como se puede ver en el gráfico 2, durante 2021 la producción y el consumo de carne de res se mantuvieron relativamente constantes tras una caída durante los primeros meses de la pandemia. El aumento sustancial de los precios con niveles relativamente estables de producción y consumo sugiere que el mercado nacional sufrió simultáneamente choques negativos de oferta y choques positivos de demanda.
Entre los factores que afectaron
negativamente la oferta de carne de res, se encuentra el aumento de los precios
de insumos importados, como las sales minerales que complementan la
alimentación del ganado basada principalmente en forraje. Sin embargo, este
efecto fue mucho menor que el sufrido por la industria de pollo y cerdo que
depende directamente de alimentos importados y cuyos precios aumentaron de
forma similar.
Por el lado de la demanda, en
2021 el mercado de carne de res estuvo impactado por el fuerte consumo agregado
de la economía, el cual creció 14,1% y alcanzó valores superiores a la
tendencia que traía antes de la pandemia. Adicionalmente, la demanda de
exportaciones ha crecido significativamente desde 2020 y se espera que continúe
haciéndolo en el futuro tras la recuperación del estatus libre de aftosa de
Colombia en octubre de 2020. Como puede observarse en el gráfico 3, el volumen
exportado en 2020 tuvo un crecimiento anual superior a 100%. Durante 2021 el
dinamismo se moderó pero su valor tuvo un aumento proporcionalmente mayor,
debido al incremento de los precios.
Como se discute en un recuadro
del más reciente Informe de Política Monetaria del Banco de la República (ver
informe acá), un factor adicional que aumentó la demanda de carne de res en
2021 fueron los choques de oferta que afectaron la producción de cerdo y pollo.
Los choques fueron consecuencia del aumento de los precios del alimento
importado, sobre todo de la soya y el maíz, y los bloqueos viales durante el paro
nacional que afectaron la capacidad productiva del sector en el mediano plazo.
Aunque estos choques no afectaron directamente la producción de carne de res,
tuvieron un efecto indirecto sobre su demanda vía el aumento en el precio del
cerdo y el pollo que son bienes sustitutos.
El aumento de los precios debe
generar incentivos para el aumento de la producción. Sin embargo, la oferta de
carne de res es relativamente inelástica en el corto plazo, pues hay un rezago
entre la reproducción de las novillas y el sacrificio del ganado.
Adicionalmente, los choques de demanda descritos pueden tener efectos negativos
persistentes sobre la oferta, en la medida que hayan inducido a reducciones en
el inventario de ganado y en su capacidad de reproducción. Aunque la información
de Fedegan para el primer ciclo de vacunación de 2021 mostró incrementos
cercanos al 4% en el inventario bovino, es de esperar que el efecto de los
choques descritos persistan en el corto plazo.