En Asia y el Pacífico, los déficits persistentes de trabajo
decente empaña el crecimiento en la región, según la OIT
La pobreza de los trabajadores, la informalidad y el empleo
vulnerable son algunos de los problemas crónicos de los mercados laborales de
Asia y el Pacífico, según un nuevo informe de la OIT. El informe propone
políticas coordinadas a fin de promover el trabajo decente como el eslabón que
permita convertir el crecimiento económico en desarrollo sostenible en la
región.
Comunicado de prensa | 16 de noviembre de 2018
BANGKOK (OIT Noticias) – A pesar de dos décadas de
crecimiento económico, la región de Asia y el Pacífico sigue enfrentando
debilidades estructurales en sus mercados de trabajo, según un nuevo informe
publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El informe de la OIT, Perspectivas sociales y del empleo en
Asia y el Pacífico: Promover el trabajo decente para el desarrollo sostenible
(APESO) , se basa en los últimos datos disponibles e identifica los desafíos
que plantea el mercado de trabajo en la región más poblada del mundo.
Según la primera edición de APESO, si bien la tasa de
desempleo de la región debería permanecer en 4,1 por ciento hasta 2020, se
prevé que la tasa de empleo vulnerable aumente hasta llegar a 49 por ciento, lo
que modifica la tendencia hacia la baja observada durante al menos dos décadas.
Aunque la región de Asia y el Pacífico había hecho rápidos
progresos para reducir considerablemente la pobreza extrema, uno de cada cuatro
trabajadores de la región – 446 millones de trabajadores – vivían en pobreza
extrema o moderada en 2017, y cerca de la mitad de la fuerza de trabajo – 930
millones de personas – tenían un empleo vulnerable como trabajadores por cuenta
propia o trabajadores familiares no remunerados.
“Los altos índices de empleo y el aumento de la
productividad en la región ocultan los persistentes y preocupantes déficits de
trabajo decente. Muchas personas, sobre todo en las economías en desarrollo de
la región, siguen sin tener otra opción que aceptar empleos con malas
condiciones de trabajo que no generan ingresos estables ni los protegen a ellos
y a sus familias de la pobreza a largo plazo”, declaró Sara Elder, principal
autora del informe y jefa de la Unidad regional de Análisis económico y social
de la OIT. “Lo que es particularmente frustrante es que a pesar de las
importantes ganancias económicas de la región, hay demasiados trabajadores que
apenas ganan lo suficiente para sobrevivir. Cualquier crisis familiar – la
lesión o muerte del sostén de la familia, la pérdida del empleo, un desastre
natural, una mala cosecha, etc. – amenaza con llevarlos nuevamente a la
pobreza”.
Datos y cifras
Con 1900 millones de trabajadores – 1200 millones de hombres
y 700 millones de mujeres – la región de Asia y el Pacífico representaba 60 por
ciento de la fuerza laboral del mundo en 2017.
En Asia y el Pacífico vive el mayor número de trabajadores,
en relación a la población en edad de trabajar. La relación empleo-población es
de 59,7 por ciento, frente a 58,6 a escala mundial.
Más de dos de cada tres trabajadores estaban empleados en el
sector informal en 2016, lo cual está estrechamente relacionado con el 48,6 por
ciento de trabajadores que aún pertenecen a las categorías vulnerables de
empleo. La tasa de empleo informal es particularmente alta en Asia Meridional,
donde casi 88 por ciento de los trabajadores tenían un empleo informal.
En la región, un gran número de trabajadores, sobre todo
aquellos en empleos mal remunerados, trabajan más de 48 horas a la semana. En
2017, el promedio de horas trabajadas en Asia Meridional y Asia Oriental era el
más alto del mundo, 46,4 horas y 46,3 horas semanales respectivamente. En Asia
Oriental, casi uno de cada cinco trabajadores supera las 60 horas a la semana.
La tasa de desempleo regional de 4,1 por ciento es la más
baja del mundo y muy por debajo de la tasa global de 5,5 por ciento en 2017.
Pero mientras que la tasa de desempleo mundial se ha mantenido estable desde
2015, esta tasa en la región de Asia y el Pacífico ha aumentado ligeramente en
0,1 puntos porcentuales. En total, hay 80,9 millones de personas desempleadas
en la región de Asia y el Pacífico en 2018.
La tasa de desempleo juvenil permaneció inalterada desde
2015 en 10,4 por ciento mientras que la tasa mundial aumentó hasta 12,6 por
ciento. En la región, 35 por ciento de los desempleados son jóvenes (entre 15 y
24 años), aunque los jóvenes representan sólo 20 por ciento de la población en
edad de trabajar.
La tasa de desempleo es más alta entre las personas con
estudios secundarios, lo cual pareciera confirmar un aumento de la “erosión” de
los empleos mediamente cualificados en las economías emergentes, debido, en
parte, a los avances tecnológicos ya que la tecnología de la información y la
comunicación reducen la demanda de trabajadores ocupados en tareas rutinarias.
La desigualdad de género en el mundo del trabajo sigue
siendo una cuestión que suscita gran preocupación. La tasa de participación
masculina superó la femenina en 30 puntos porcentuales en 2017, lo que
representa una disminución de tan sólo 1 punto porcentual desde el año 2000.
La transformación estructural se ha sentido con fuerza en la
región, el empleo se ha desplazado principalmente de la agricultura a los
servicios y, sólo en cierta medida, a la industria. La gran parte de la pérdida
de empleos en la agricultura fue absorbida por el sector de los servicios,
donde se han creado 740 millones de empleos desde el año 2000. El empleo en el
sector manufacturero disminuyó ligeramente desde su punto más alto a mediados
de los años 2000, con una pérdida de puestos de trabajo mayor para las mujeres
que para los hombres.
Enfrentar las causas de los problemas
Según el informe, las recientes amenazas relacionadas con el
regreso del proteccionismo comercial ya están teniendo un impacto sobre las
inversiones en el sector manufacturero, que para muchos de los trabajadores en
la región sigue siendo su única fuente de ingresos y, para las mujeres, con
frecuencia significa su primera incursión en el empleo remunerado.
El informe destaca además que las tendencias demográficas,
en particular el impacto del envejecimiento de las sociedades, están sumando
tensiones a los ya limitados sistemas de protección social y cuestionan las
futuras ganancias de la productividad laboral.
Paralelamente, la adaptación continua a los avances
tecnológicos podría ser perjudicial para los flujos de empleo, sobre todo para
los trabajadores con un nivel de cualificación medio. Además, la degradación
del medio ambiente, el agotamiento de los recursos naturales y la creciente
incidencia de los desastres naturales relacionados con el clima añaden incertidumbre
a la futura trayectoria de crecimiento de la región.
“El fuerte crecimiento económico registrado en la región de
Asia y el Pacifico ha beneficiado a algunos, pero demasiados han sido dejados
atrás”, declaró Tomoko Nishimoto, Subdirectora General de la OIT y Directora
Regional para Asia y el Pacífico. “Los déficits de trabajo decente que
persisten constituyen una seria advertencia sobre la capacidad de la región de
alcanzar los objetivos adoptados en el marco de la Agenda 2030 de desarrollo
sostenible, en particular el Objetivo 8 sobre el crecimiento inclusivo y
sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos”.
El informe muestra que las vías al desarrollo emprendidas
por la mayoría de los países en la región no han logrado superar los déficits
de trabajo decente. Donde la gobernanza del mercado del trabajo es débil,
siguen prevaleciendo los déficits de trabajo decente, a pesar del fuerte
crecimiento económico registrado en la región.
Un informe separado que analiza las políticas del mercado
laboral en los países de ASEAN (ver el recuadro) llega a conclusiones similares
y que de alguna manera están vinculadas. El informe señala que a pesar de los
progresos alcanzados para ampliar el ámbito de aplicación de las políticas el
mercado de trabajo desde que fue creada la Comunidad ASEAN, persisten grandes diferencias
entre las carteras políticas de los países y su capacidad para de poner en
práctica las políticas del mercado de trabajo. La consecuencia es una debilidad
crónica en materia de protección de los trabajadores más vulnerables de la
región.
“La mayoría de los países en la región siguen estando
lamentablemente distantes de las metas de desarrollo sostenible relacionadas
con el trabajo decente. Necesitamos una acción más amplia, audaz, inteligente y
rápida si los países quieren respetar los compromisos asumidos. Todos los
países pueden beneficiarse de una mayor atención hacia el trabajo decente como
un mecanismo impulsor del crecimiento inclusivo”, agregó la Directora Regional
de la OIT Tomoko Nishimoto.
Políticas para más y mejores empleos en el contexto de la
integración económica de la ASEAN
En un informe separado – Compendio del mercado laboral
(Labour Market Inventory) ASEAN 2010-2015: Políticas del mercado de trabajo en
la era de una creciente integración económica – el Departamento de Investigación
de la OIT, en colaboración con el Centro de Desarrollo de la OCDE y el apoyo de
la Secretaría de Estado para Asuntos Económicos de Suiza (SECO), analiza las
respuestas políticas de los Estados miembros de la ASEAN a los cambios
estructurales de la economía y los mercados laborales en la región.
El estudio constató que la gran parte de las 500 políticas
identificadas en la base de datos de la OIT, Compendio del mercado laboral II,
estaban dirigidas a mejorar el desarrollo de las competencias, fortalecer los
derechos de los trabajadores (incluso a través de la normas anti
discriminatorias y en materia de seguridad y salud en el trabajo) y a extender
la cobertura de la protección social.
Sin embargo, el estudio constató que siguen existiendo
grandes carencias en materia de políticas. En particular, muy pocas políticas
protegen los derechos de los más vulnerables en el mercado de trabajo, como los
migrantes, las minorías y los trabajadores informales. Además, son aún muy
pocas las políticas sobre prestaciones de desempleo, salario mínimo y
negociación colectiva en los países de la ASEAN. Con mucha frecuencia, los
progresos registrados por las políticas del mercado de trabajo han sido
favorecidos a través de iniciativas y declaraciones a nivel de la ASEAN, lo
cual demuestra el papel decisivo que la Comunidad de la ASEAN puede desempeñar
para promover el trabajo decente e impulsar la justicia social.