Por.
Angela Matiz
Comunicaciones S.D.D.E.
La Secretaría Distrital de Desarrollo Económico, a través de
la sub dirección de Desarrollo Socio económico, es consiente del impacto del
fenómeno de El Niño y de que este se debe medir en el corto, mediano y largo
plazo, ya que su presencia afectará principalmente labores como: cronograma de
siembras, establecimiento y mantenimiento de actividades agropecuarias, consumo
de agua, normal desarrollo fenológico de los cultivos, ciclo de vida de plagas
y enfermedades, rendimientos, oferta y precios de los productos agropecuarios
durante y después de su culminación.
Uno de los efectos
del fenómeno de El Niño, son las heladas. Las heladas en la sabana de Bogotá
suceden por el enfriamiento progresivo e intenso del suelo, por radiación de su
calor, produciéndose mayormente en las noches de cielo despejado. La humedad
atmosférica, que puede ser relativamente cálida y seca, se condensa sobre las
superficies sólidas en forma de rocío o congelándose, si aquéllas se hallan a
menos de 0ºC. Este evento genera que el agua de las células de las plantas se
congele y se rompan (Plasmolisis), con lo que los tejidos de las plantas sufren
daño a nivel fisiológico.
Este tipo de condiciones implican una afectación para las
actividades agropecuarias, por lo que es importante que los productores acaten
las siguientes recomendaciones en sus actividades productivas:
En la ganadería:
Por la disminución en
el consumo de forrajes y el estrés calórico e hídrico, se reduce la producción
de leche, carne y la natalidad, por lo que se recomiendan las siguientes
acciones:
• Construcción
de pequeños diques en depresiones y hondonadas para recoger las pocas lluvias.
• Construcción
de cobertizos o siembra de árboles para el sombrío del ganado en sabanas o
praderas muy descubiertas, que eviten la deshidratación y daños en la piel de
los bovinos.
• Utilización
de bloques multinutricionales.
• Disminuir
la carga animal por hectárea, haciendo una mejor redistribución de los animales
por potrero o sacando anticipadamente las vacas de baja producción.
• Establecer
planes de suplementos nutricionales con subproductos como: licor o afrecho de
cervecería, vinaza, contenido ruminal (mataderos), tallo o vástagos de plátano,
melaza, residuos de cosecha (zanahoria, remolacha, papa, plátano, banano, yuca,
etc.), pulpas y cáscaras de frutas, henos, tamos tratados con amoniaco o urea,
gallinaza, porquinaza, torta de palmiste y subproductos de la industria de la
yuca.
• Utilización
de follajes de plantas herbóreas: acacia forrajera asociada a kikuyo aumenta la
producción de leche durante el verano. Suplementando con una ración de 20 kg de
ray grass por vaca, más 12 kg de acacia forrajera, las pérdidas de peso serán
inferiores a las de las vacas no suplementadas, manteniendo una buena condición
corporal.
• En el
manejo de problemas zoosanitarios se recomienda: plan de vermifugación
estratégica, control de ectoparásitos, vitaminizar, vacunaciones estratégicas,
vacunaciones contra encefalitis venezolana y control de desperdicios orgánicos.
En la agricultura:
• Preparar
el suelo con arado de chuzo o de cincel.
• Incrementar
el uso de abono orgánico.
• Mantener
coberturas vivas y/o muertas en el suelo.
• Evitar el
sobrelaboreo del suelo, optando por la labranza mínima, labranza cero o arar
con cincel.
• Incorporar
residuos vegetales o materia orgánica al suelo.
• Riego por
aspersión: este método aprovecha el calor que se desprende durante la formación
de hielo. Se trata de utilizar un sistema de riego por aspersión para “aislar”
las plantas contra las temperaturas bajas. Se debe empezar a aplicar agua a las
plantas apenas llegue la temperatura del aire a 0ºC. Eso mantiene a las plantas
“aisladas” con una capa de agua que se va congelando y desprende calor. Para
que este método funcione, se debe estar pendiente para seguir asperjando agua
hasta que la temperatura suba a menos 1ºC, lo que se puede confirmar con un
termómetro calibrado colocado en el punto de elevación más bajo, y descongele
el hielo en las plantas.
• Acolchados
térmicos: cuando se colocan acolchados térmicos encima de los cultivos de
hortalizas por la tarde al anticipar una helada, se mantiene una temperatura
varios grados más alta debajo de los acolchados.
• Productos
protectores: en el mercado se encuentran varios productos que se aplican por
aspersión para ayudar con este problema. Algunos de estos, podrían proteger
toda la planta hasta varios grados menos que su punto de congelación normal con
una aplicación antes de que bajen las temperaturas. El efecto protector podría
durar hasta seis semanas, pero sólo a temperaturas hasta menos 5º C.
• Inundación
de terrenos, que aumenta la capacidad calórica del suelo y su conductividad
térmica.
• Mezcla
mecánica de aire, consiste en mezclar, con ayuda de grandes hélices, el aire
frío cercano al suelo con el aire cálido de las capas atmosféricas más altas.
• Protección
por interrupción de la radiación, consiste en evitar las pérdidas por radiación
usando algún tipo de “techo” sobre la vegetación.
• Calentamiento
del aire que rodea a la planta, consiste en calentar el aire frío que rodea a
la planta, ya que es este el que provoca el enfriamiento de los vegetales. Uno
de los métodos más utilizados es encender quemadores (tarros) de petróleo, 100
a 300 por hectárea. Otra alternativa, son los agitadores de aire caliente o los
quemadores a gas. Está prohibido la quema de llantas para el calentamiento del
aire.
• Aislamiento
térmico: es posible optimizar el balance de radiación y energético sobre un
cultivo cubriendo las plantas con determinadas clases de materiales durante la
noche. Dentro de los materiales utilizados se encuentra el plástico en
distintas variedades. Sin embargo, este plástico posee una serie de requisitos
en cuanto a sus características: baja emisividad, baja conductividad térmica e
intercepción de la radiación de onda larga.
• Es importante que durante el día las
plantas y el suelo se encuentren descubiertas para poder almacenar energía
solar. Luego en la tarde son cubiertos. Es necesario que el material no entre
en contacto directo con la especie vegetal a proteger.