jueves, 2 de junio de 2016

CARTA ABIERTA A UN NEGOCIANTE DE CURULES Por Hugo Alfonso Torres S.

Por Hugo Alfonso Torres S. Mayo 28 de 2016 En un intermedio de mi taller de música me enteré de que un gladiador integral era el nuevo líder del Giro de Italia. Como unos días antes este muchacho de sonrisa amplia había realizado unos comentarios que, a renglón seguido, las cadenas noticiosas corrieron a minimizar con encuestas estúpidas, acerca de la no presencia de la Vuelta a Colombia en la capital del país, me atreví a pensar, como militante del Polo que soy: “ahora, con qué cara el bobardo Peñalosa presentará al mundo la venta de un patrimonio de la ciudad que administra, si ni siquiera fue capaz de presentar una etapa final de un espectáculo tradicional, tan fuertemente arraigado en los imaginarios de esta República?”. Mi inquietud se incrementó, pues en la noche me enteré que un amigo, que compartió conmigo muchos sueños de vida desde las comunidades económicamente pobres de la medialuna sur de Bogotá, dio el respiro que necesitaba, no el imbécil Peñalosa, sino Camacol y los gremios buitres que estaban a la espera de una oportunidad para desgarrar a picotazo limpio y uña carroñera a una ciudad, que se resiste a morir en las fauces del neoliberalismo. !Qué dolor me causa su actuación Venus Albeiro!, porque después de leer su reportaje en El Espectador debo reconocer que hemos dejado de ser compañeros, ya que usted se colocó definitivamente del lado de los bandidos neoliberales. No argumente falsas posturas éticas frente a la tramitación de los proyectos que destruyen el humanismo y la vida; hay imperativos morales que nos obligan a hacer uso de todo tipo de recursos para impedir la catástrofe y usted, con un desacato a la disciplina de partido, ya que una tendencia no es lo mismo que una Organización Política con un ideario y una vocación de poder, se colocó por fuera de la defensa de máximos imperativos que tienen que ver con la vida y la dignidad; así como la búsqueda de mejores condiciones, no sólo para los bogotanos sino para la región en su conjunto. Y si no fue sólo usted, sino Opción 7 quienes se colocaron por fuera del Partido, hoy el Polo debe reconsiderar esas alianzas, que en nada benefician un proyecto político con integridad ética y visión de futuro dignos, para nuestro pueblo colombiano.
Y me mueve a escribir estas líneas, solamente la gratitud por las solidaridades causadas durante nuestro ejercicio artístico y social pasados; en esas comunidades donde logramos demostrar que existe mucha gente maravillosa, por encima de los estigmas trazados por el establecimiento; usted en Bosa y yo en Ciudad Bolívar. Es por esto que considero un acto de alta traición a todos nuestros esfuerzos esa actitud suya de hoy. Yo sé que usted no es un revolucionario, de siempre lo he sabido, pero nunca pensé que la indecencia y la ramplonería fueran el nuevo estilo de tendencias que intentan posicionar dentro del Polo Democrático Alternativo el clientelismo y la bajeza del negocio particular. Sus electores son los que fueron hoy traicionados por usted, el PDA y sus principios son los que fueron traicionados por usted, así como fueron también traicionados por ese nefasto personajillo llamado Samuel Moreno, a quien usted apoyó fervientemente. Hoy estamos descubriendo que aún tenemos muchos traidores a las causas que dijimos defender, por tanto hoy, parodiando al Che, quiero decirle que debo dejar de considerarlo compañero, usted no se merece ese apelativo, puesto que ya no defiende a las comunidades de las que proviene y ha mostrado su catadura de traidor a su clase. Yo sé, nuevamente se lo repito, que usted no ha sido nunca un revolucionario, aun así fue mi amigo, porque pensó en una función social de su quehacer artístico y político. Pero yo sí soy un revolucionario, con conciencia de clase, derrotado, pero no doblegado ni vencido. Esa es nuestra diferencia fundamental, esto se llama coherencia y dignidad, valores muy escasos en su actuación. Lástima grande que este momento que ameritaba grandeza en la construcción de una paz con justicia social, sea desaprovechado por usted, propiciando la supervivencia de ese proyecto carroñero neoliberal. No vuelva a justificarse de la incapacidad para enfrentar la venta de activos estratégicos de la Ciudad, cuando ni siquiera lo intentó. Usted no es un luchador social, no trate de engañarse ni engañarnos. En un último acto de grandeza renuncie y entréguele la curul al partido, que no se merece tamaño acto de indignidad con esta actuación de su parte.