Por: Alfredo Ramos Maya
Senador de la República
Centro Democrático
Se selló un verdadero pacto nacional por la Paz de Colombia, por fin el Gobierno entendió que era necesario corregir y oír a millones de colombianos que no habían sido tenidos en cuenta.
!Triunfó la Democracia!
!Triunfó la Democracia!
Reorientar los diálogos significa hacerlo bajo el amparo absoluto de la Constitución y la Ley colombianas, como única herramienta para preservar la Democracia y construir una paz real para todos los colombianos.
Para sentarse a negociar, deben darse unos requisitos mínimos que muestren la veracidad de las intenciones en este nuevo proceso que hoy empezamos:
1. Un tiempo máximo de negociación sobre temas concretos de la agenda, que fueron a los que los colombianos se opusieron y por los cuales votaron NO, así:
1.1. Penas y reclusión efectiva (aunque de menor proporción) e inelegibilidad política para determinadores y perpetradores de crímenes de lesa humanidad. Incluyendo, los delitos cometidos en contra de los miembros de la Fuerza Pública.
1.2. Entrega de armas de manera de manera real y con celeridad; garantía de desminado humanitario, esto quiere decir, hecho por la guerrilla y con recursos obtenidos de sus actividades ilícitas.
1.3. Reparación real de las víctimas de las Farc, a las poblaciones afectadas, mitigación de delitos contra el medio ambiente, con dineros provenientes de los ilícitos de este grupo al margen de la ley.
1.4. Respeto absoluto e imposibilidad de modificar la institucionalidad del Estado colombiano, en especial en los siguientes temas:
* Justicia: sólo se tendrán en cuenta las decisiones tomadas por la rama judicial colombiana existente, no se creará el tribunal especial para la paz.
* El narcotráfico y otras fuentes de financiación ilícitas jamás serán consideradas conexas al delito político.
* Participación en política: únicamente podrán hacer política los miembros de las Farc que no hayan cometido delitos de humanidad, sin curules entregadas discrecionalmente, ni financiación especial por parte del Estado.
* Se retirará de la agenda cualquier negociación sobre temas de agricultura o narcotráfico.
1.5. Desmovilización y reintegración a la sociedad con generosidad para miembros de las Farc que no cometieron delitos de lesa humanidad, especialmente a aquellos que fueron reclutados cuando eran menores.
2. Nuevos negociadores que representen diversos grupos sociales representados en la oposición a los acuerdos, especialmente a los jóvenes y víctimas de las Farc, y no solamente los intereses del gobierno. Estas personas garantizarán que no participarán en posteriores elecciones a cargos de representación popular.
Sólo el Gobierno Nacional tiene la competencia para hacer estas negociaciones con grupos al margen de la ley, y mantendrá un contacto directo con los diversos grupos ciudadanos a los que representa.
Estos negociadores no podrán aspirar a cargo público alguno en su futuro, y no recibirán remuneración del Estado diferente a la necesaria para su manutención y logística en medio de las negociaciones.
3. Concentración inmediata de miembros de las Farc, con el fin de evitar cualquier actividad criminal por parte de las mismas y la garantía de su seguridad. Sin concentración no puede haber diálogo.
Muchos temas más podrán ser discutidos. Garantizar los aquí mencionados es prioritario para salvar nuestra Democracia.