Antes de plantear la situación del flagelo de la corrupción
en nuestro país, es importante definir el concepto de corrupción que se va a
tomar como referente en el presente ensayo sobre este aspecto.
Para efectos de este trabajo se entiende como corrupción el
uso indebido del poder que tienen las personas, derivado de los empleos que
desempeñan ya sea en el nivel gubernamental como en el privado, y como
consecuencia de ello obtienen beneficios personales o para terceras personas,
generalmente de tipo económico.
A través de este análisis se quiere demostrar que la
corrupción en Colombia es la causa de la baja credibilidad de los ciudadanos en
sus instituciones y en sus dirigentes, lo cual conlleva, además, que los
resultados de la administración se afecten negativamente como consecuencia de
la misma, y las obras públicas que se entregan a la ciudadanía no son las que
ella espera en términos de calidad y de conveniencia.
Pobreza
“Colombia, como muchos países industrializados y los de
economía de transición, ha sufrido los flagelos que genera la corrupción, pero
a diferencia de otros contextos, se han presentado algunas particularidades que
terminaron agravando la situación, lo que no ha impedido la realización de la
más vigorosa estrategia para combatirla.
Una larga convivencia con el narcotráfico y el afán por el
enriquecimiento fácil se convirtieron en la media y en la forma de ascenso
social; el narcotráfico permeó a la sociedad en su conjunto, a la política, a
la economía, a la agricultura, al deporte.
La globalización de la economía precipita otras formas de
corrupción en las cuales empresas transnacionales, que han sido la minoría,
quieren ganarse los mercados a través de actos de corrupción, entre ellos el
soborno”.
Corrupción
El cohecho o soborno (ofrecer dinero) es la práctica de
corrupción más generalizada y extendida, al extremo de que en torno a él se fue
creando una especie de subcultura que originó un lenguaje especial en el cual
expresiones como "mordida", "serrucho" y otras que en lugar
de causar rechazo o indignación, arrancaron sonrisas o miradas de aceptación,
complacencia o, lo que es peor, indiferencia.
“La corrupción es, sin duda, un problema de Estado y es allí
en donde se deben afincar los controles para combatirla, pero es también un
asunto social en el cual la creación de un entorno ético es fundamental para
consolidarlo, estrategia que requiere de un esfuerzo de largo plazo; es
necesario edificar vigorosas campañas de concientización desde la más tierna
infancia”.
En nuestro país, el foco principal del problema se sitúa en
la contratación estatal, por donde se van las esperanzas de progreso de
millones de colombianos, aquí está el principal problema de corrupción y
ejemplos de ello abundan en nuestro país tales como Ferrovías, Caprecom,
Foncolpuertos, Termorrio, Dragacol, represa de Chivor, contrato de
repavimentación en Bogotá con la firma mejicana ICA, etc, solamente para hablar
de algunos casos.
riqueza
Por considerar muy importante la opinión de los jóvenes con
respecto al tema que estamos analizando, se transcribe a continuación un
fragmento, que por la forma como se expone es sumamente diciente de esta
realidad.
“Desde hace algunos años, los jóvenes de Colombia venimos
encontrando espacios de participación y de opinión, cada vez más abundantes e
importantes; es así, como los pela'os Camaleón de Barranquilla también
quisieron hacerse sentir con respecto a un tema muy, pero muy espinoso en nuestro
país: la corrupción. A continuación, podrás leer las opiniones que tienen los
jóvenes barranquilleros al respecto, ¿qué piensas tú?.
"Vea compadre, desde que yo me acuerdo, y mucho tiempo
atrás, esto de los politiqueros y de la gente corrupta existe. Que, ¿qué
opino?, Mire: Yo pienso que ese cuento se debe a que el billete ay, ese mueve
el mundo, y usted sabe que por la plata baila el mono, el perro y de que animal
quiera, figúrese cómo serán las personas que piensan; yo le digo algo, si a mí
me vienen con dos milloncitos de pesos y me dicen: Viejo Eduardo, quédate
callado, y déjanos pasar este encarguito por debajo de cuerda, yo me embolsillo
la plata y...!Si té vi, no te conozco! !!".
Como Eduardo, encontramos a muchos jóvenes que piensan que
la corrupción es algo que ya viene con nosotros y que no lo podemos
desarraigar, es un lío bien enredado que hay que aceptarlo así porque sí, y lo
mejor es aprovechar al máximo cualquier oportunidad.
Sin embargo, no todos piensan así:
"Mira, la corrupción es un mal que nos tiene fregados a
todos, por culpa de la gente deshonesta es que el país no puede salir adelante;
todo el mundo piensa es en el tumbe, en la plata que me voy a ganar por hacer
este favorcito, etc. Opino que para acabarla hay que empezar por familia, el
problema se inicia desde la infancia, hay que cambiar el sistema educativo,
acostumbrar al niño a ser honesto, a jugarle limpio a la gente, en fin, hay que
enseñarlo a no ser corrupto...”.
Colombia
En el anterior pasaje se pueden observar las dos partes
antagónicas del problema de la corrupción, y que se puede generalizar al
pensamiento no sólo de los jóvenes barranquilleros sino de todo el país.
Primero está el pensamiento de los que no les importa la corrupción e incluso
conviven con ella y la practican y por otro está la forma de pensar de quienes
la rechazan y estiman que se debe evitar.
Corrupcion en colombia
En consecuencia, hay que cambiar la cultura que premia el
enriquecimiento ilícito, la que no sanciona; sustituirla por la cultura del
respeto por la dignidad humana, por los valores esenciales que deben regir la
conducta de los servidores como la honestidad, la rectitud y la transparencia;
hay que derrotar la corrupción. Cuando se han detectado las causas y no se ha
hecho nada, lo que termina prevaleciendo es la tolerancia de los ciudadanos,
actitud que significa complicidad.
Es importante para el propósito de este estudio presentar a
continuación algunas percepciones de la ciudadanía, de las entidades de control
y de analistas especializados al respecto de la corrupción.
“El nivel de corrupción revelado aquí es evidente. Pero la
corrupción que se estudia es "administrativa," como por ejemplo, el
uso ilegal privado de dinero público. Muchas de las "teorías"
existentes y mucho del reportaje en Colombia trata precisamente con este tipo
de corrupción, como por ejemplo, el reportaje especial en El Tiempo sobre la
preocupación con la ausencia de responsabilidad y la consecuencia para el
estado y la sociedad. Ellos concluyen que con lo que los corruptos se han
robado del estado durante los últimos dos años, el estado podría haber
ejecutado un programa de reforma agraria por tres años sin ninguna dificultad.
El apéndice B detalla algunas de los casos legales que aún continúan en 1.998.
Basta notar que la Procuraduría detectó 2.092 contratos ilegales entre
noviembre y diciembre de 1.997. En Cundinamarca solamente, hubieron contratos
ilegales por más de 59.000 millones de pesos después que un memorando del
Procurador ordenó adherencia estricta a la ley 80 de 1.993 (la Ley de
Contratación Estatal). Todo esto, según reporteros, confirma el viejo dicho,
"hecha la ley, hecha la trampa." Legislación anti-corrupción no es
aparentemente suficiente”.
En manera similar, El Tiempo publicó un informe con título
"La corrupción sigue campante”. Otra vez, se malversan fondos estatales,
usando los siguientes esquemas: ." Febrero de 2001.
La compra de inventarios grandes que se pudren o se roban.
Dimisiones laborales arbitradas.
Favoritismo entre contratistas preferenciales.
Obras públicas inútiles a los ciudadanos por no ser
completadas.
Y a la vez se le se le preguntó a la ciudadanía:
"Hablando en general, ¿cree Ud. que las cosas en este país van en un
camino bueno o malo?
Buen camino 19%
Mal camino 78%
Sin respuesta 3%
“Un estudio reciente en la ONU demostró que, tomado
globalmente, el precio de la corrupción por empleados públicos suma a diez
veces el precio de actos ilegales por la delincuencia común.
El caso se comprueba ciertamente en Colombia. De hecho, el
problema en Colombia es tan grande que nadie sabe que hacer. El estudio más
reciente sobre la criminalidad en Colombia indica que mientras la tasa de
crimen creció anualmente en 39,7 por ciento, lo que se describe como actos de
empleados públicos aumentó por 164,1 por ciento. Y no obstante este aumento
increíble, hay pocas convicciones criminales. Todos están de acuerdo que hay
que hacer algo y cuanto antes mejor. La tasa de corrupción administrativa ha
llegado a tal nivel que el reportaje en la prensa local toma más columnas que
el reportaje sobre el terrorismo.
Expertos identifican el costo de la corrupción bajo cuatro
consecuencias.
Primero, la corrupción destruye la eficiencia del estado,
gastando sus recursos y debilitando sus acciones contra la mala administración.
Tal corrupción puede llegar a amenazar la salud pública: por ejemplo, la
construcción de mala calidad, el uso de medicinas anticuadas o contaminadas, o
la desviación de comidas de orfanatos a otros usos - todos estos han ocurrido
recientemente en Colombia.
Segundo, la corrupción engendra una distorsión absurda en la
distribución de ingresos, enriqueciendo a los ricos y empobreciendo a los
pobres. Los pobres se hacen más pobres, por ejemplo, cuando proyectos públicos
no se completan o se completan en calidad inferior como resultado de la
corrupción.
pobreza
Tercero, el incentivo de la corrupción esta en contra al
desarrollo de la sociedad; crean la insidiosa idea que es más fácil hacerse
rico trabajando para el estado que creando un negocio privado productivo. Esta
idea milita en contra de la creación de nuevos empleos. La mitad de las
posiciones administrativas de cierto rango son ocupados por personas nombradas
por jefes políticos, no por burócratas profesionales.
Cuarto, la corrupción incurre costos políticos serios: la
inmoralidad, cinismo, inestabilidad institucional, y la legitimación de la
rebelión armada contra el estado. El problema más serio para Colombia es la
falta de legitimidad entre el pueblo. Este problema tiene su raíz en la
corrupción generalizada y es ilusorio pensar que una reforma constitucional
puede resolverlo”.
En este momento nos podemos cuestionar como ciudadanos:
¿Cómo podemos confrontar un problema de tal magnitud? El primer paso requiere
la voluntad política para poner fin a esta plaga o en un mínimo reducirlo a
proporciones manejables.
Los anteriores planteamiento permiten concluir sin ninguna
duda que efectivamente la corrupción en Colombia trae como consecuencia
incuestionable, la baja credibilidad de los ciudadanos hacia sus dirigentes
debido al mal manejo que le dan a sus actuaciones, lo cual repercute en la
ineficiencia e ineficacia del estado en el uso de sus recursos, cuando las
obras públicas no se completan o se hacen con calidad inferior como resultado
de la corrupción en los contratos.
VILLEGAS GARZON, Oscar. “La lucha contra la corrupción en
Colombia. El Quindío: Un ejemplo de transparencia y eficiencia para el país”.
Documento de compromiso de los funcionarios de la administración de la
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ASOCIACIÓN BANCARIA Y DE ENTIDADES FINANCIERAS DE COLOMBIA.
“Logros y retos de la Política Social en Colombia”, 1998.
¿Corrupción en Colombia? Revista Camaleón No. 5, Comité
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MAINGOT, Anthony P. “Estudiando la corrupción en Colombia”
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“Corrupción
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